top of page

Otro mundo, otra realidad (Parte IV: Epílogo... Mañana será otro día)

  • Foto del escritor: Admin
    Admin
  • 30 may 2018
  • 2 Min. de lectura

Estábamos cansados, pero queríamos seguir conociendo el lugar, así que primero decidimos caminar un poco. El sol abrasador que estaba haciendo en ese entonces hizo un poco más lento nuestro andar. Así que fatigados entramos a una de las panaderías del lugar a beber algo, y a comer un buñuelo, sorpresivamente, el primer buñuelo de mi amigo en toda su vida. Pagamos, salimos… y empezamos a caminar un poco montaña abajo. Vimos animales, cultivos, y las ladrilleras (cuya palabra en inglés nunca supimos con exactitud, puesto que, para el hombre, era la primera vez que veía una fábrica de ese producto).

El sol definitivamente amainó nuestras energías y decidimos buscar el siguiente paradero de bus del SITP. Nos subimos, pagamos y nos encontramos con unas compañeras de clase, se rieron de nosotros por “no habernos esperado” en el paradero más cercano del colegio. Les presenté a mi amigo, y como es costumbre vinieron las preguntas comunes de cuando conocen a alguien nuevo… a un extranjero. - ¿Por qué te viniste a Colombia? ¿Cuánto llevas aquí? -¿Qué te ha gustado de Colombia? - ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí?... Entre risas y su timidez natural, mi amigo respondió a todas ellas, con un español entrecortado por la ansiedad.

Le había prometido a Steven mostrarle el parque El Tunal, el gran parque del sur. Nos bajamos allí con muchos otros compañeros, nos despedimos de ellos, y entramos al parque acompañados de Angie, una educadora especial que nos sorprendió en la actividad al haber trabajado con unos chicos con problemas auditivos. Recorrimos el parque junto a ella, mientras hablábamos de todo un poco. Escuchamos a lo lejos los discursos del cierre de campaña del candidato Iván Duque, mientras bromeábamos al respecto remedando lo que ellos decían. Caía ya la tarde, acompañamos a nuestra compañera a tomar el bus (lo cual logró tras larga espera), y de allí a nuestros hogares.

Buscamos algo para comer, tomamos el alimentador, nos bajamos en la estación “Calle 40 Sur”, y veíamos cómo los Transmilenios pasaban llenos… ¡¿A esa hora?! ¡¿Un domingo?!. La fatiga se transformaba lentamente en frustración. Logramos meternos en un bus hacia el norte, pero empezamos a quedar dormidos de pie, así que decidimos avanzar unas estaciones y tratar de coger un bus en donde nos pudiéramos sentar. Lo hicimos, pero inmediatamente mi amigo y yo fuimos vencidos por el sueño. Trataba de mantenerme despierto para no pasarnos de estación, lo cual lograba por momentos, lo suficiente, para estar despierto al momento de llegar. – Marica… ¡Despíertese! Ya llegamos.

Empezamos nuestro andar por el puente peatonal, las palabras se escondieron por la fatiga, y al no tener nada más que decir, mi amigo y yo chocamos nuestras manos, nos dimos un abrazo y nos despedimos.

MAÑANA SERÁ OOOOTRO DÍA

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page